jueves, 29 de enero de 2009

Todo tiene un principio y un final.
Es sorprendente que a veces te sigas sorprendiendo, valga la redundancia.
Me explico, creo que la mayoría de los humanos demostramos comportamientos que no son congruentes, deseamos algo, lo llevamos deseando durante mucho tiempo, y cuando finalmente lo conseguimos, tachánnn... ya no nos parece tan maravilloso, y es ahí cuando nos sorprendemos a nosotros mismos recordando y en cierta medida añorando, todo lo bueno que tenia no haber conseguido lo que deseábamos y por tanto olvidando todo lo que nos hacía desearlo.
De todos modos, creo que debemos ver la vida en partes, etapas que empiezan y terminan dejando paso a otras "diferentes", aprender de lo que nos ha pasado y afrontar lo nuevo con gallardía. Personalmente siempre he sido de la opinión de que para analizar cualquier decisión una vez tomada, no basta con ver los resultados/efectos a corto plazo y que una decisión que a corto te parecía equivocada, después de unos meses o años puede cambiar totalmente.
Ja, ya estamos, ¿será que entonces, en realidad, que las cosas no son ni acertadas ni equivocadas en sí mismas, no será tal vez que según nos convenga en cada momento y por tanto estamos relativizando a los contextos o circunstancias en cada momento, las cosas son buenas o malas en ese tiempo concreto?
Siguiendo esta misma filosofía tal vez mi visión en este momento cambie mañana, no lo sé.